Va pasando el verano y hemos
descansado, pero también nos hemos complicado, implicado con personas y luchas
que merecen un esfuerzo. Nos hemos asomado a espacios, realidades, gentes que normalmente
no forman parte de nuestra vida … Ha sido tiempo para recorrer espacios
distintos y dejarnos envolver por la vida que grita y llama… con
disminuidos físicos y síquicos, en una Iglesia pequeña y pobre en medio del
Islán, en medio de un pueblo Bereber. Gracias a vosotros que allí nos habéis
acogido y gracias también a todos los que nos hemos acompañado en el camino.
Y que ahora esto se concrete en
opciones diarias, en compromisos pequeños o grandes, pero siempre auténticos,
en pasos que nos conduzcan a algún sitio o mejor a Alguien/alguien. Abrir
nuestros círculos a otros..., involucrarnos en alguna lucha…, compartir lo que tenemos
y somos.
Gracias a tod@s.