31 mar 2014

ESTE TIEMPO...

“Este es un tiempo para convencidos.
Tiempo de entrenamiento, ejercicio y lucha;
de mochila ligera y paso rápido.
Tiempo de camino y discernimiento,
de conversión y compromiso,
de pruebas y encuentros
en el desierto, en la estepa, en el silencio.
Es el tiempo de los proyectos de vida,
de las decisiones y desmarques;
a veces, de las trasfiguraciones.

Tiempo de humanidad rota y dividida
que anhela el paraíso o la tierra prometida.
Tiempo de tentaciones, tabores y conversiones,
traspiés, heridas y cegueras, perdones,
restauraciones y agua viva.
¡Todo en sólo cuarenta días!
Este es el tiempo de las personas nuevas,
de las que han soltado el lastre
de ídolos secretos y falsas vanidades
y ya sólo anhelan misericordia y abrazos del Padre.”
                                              

                                                                              (Ulibarri Fl.)

15 mar 2014

ESPEJISMO DE VIDA DONDE HAY VACÍO...

       Hay quien piensa que Dios es un aguafiestas con cortapisas y trabas. Y la tentación; lo fascinante que nos atrae, pero… ¡¡¡Qué fastidio!!! tenemos que renunciar a ello en nombre de la perfección. Y si es así nos quedamos con las ganas, medio molestos y pesarosos por la renuncia… Pero no es eso.

          La tentación es lo que promete el bien y me conduce al hoyo. Lo que aparece atractivo o incluso bueno, pero me aleja de ti y de los otros. Lo que parece de recibo, evidente, inevitable en mi vida cuando en realidad no lo es. Lo que, con engaños, me mata un poco. Líbranos, Señor, de esos espejismos que prometen vida y esconden vacío.

2 mar 2014

CREER EN EL EVANGELIO

         
    De nuevo en Cuaresma y otra vez volveremos a escuchar aquello de "cree en el Evangelio". A veces ni sé en lo que creo. Es fácil creer en la imagen, la belleza,  el éxito, … Pero no basta. 
    Creer en el Evangelio es negar que el dolor tenga la última palabra. Arriesgarme a pensar que no estamos definitivamente solos.
    Saltar al vacío en vida, de por vida, y afrontar cada jornada sabiendo que el  Señor está en ella.
     Avanzar a través de la duda. Atesorar, sin mérito ni garantía, alguna certidumbre frágil.
   Sonreír en la hora sombría. Porque el Amor habla a su modo, bendiciendo a los malditos, acariciando intocables y desclavando de las cruces a los bienaventurados...¡Y esto no es fácil!.