
La
tentación es lo que promete el bien y me conduce al hoyo. Lo que aparece
atractivo o incluso bueno, pero me aleja de ti y de los otros. Lo que parece de
recibo, evidente, inevitable en mi vida cuando en realidad no lo es. Lo que,
con engaños, me mata un poco. Líbranos,
Señor, de esos espejismos que prometen vida y esconden vacío.