21 jun 2013

LA VOCACIÓN TIENE UN POR QUIEN Y UN PARA QUÉ.

Sé si tengo vocación, si ha habido, al menos, una insinuación de encuentro creyente con Jesús, si siento el atractivo de seguirlo, si hay datos exteriores e históricos que avalan y posibilitan la opción, si hay fuerza y capacidad para realizar lo que presiento como llamada. 

"El Señor se fió de mí, me hizo capaz y me confió este ministerio" (Pablo)