26 sept 2014

MIRAR HACIA DENTRO

   
     Conocer las propias limitaciones y actuar de acuerdo con ese conocimiento”, con qué claridad se presenta, qué importante parece y qué difícil resulta... Sin embargo, es principio básico para vivir sin hacernos trampas. Mirarnos para adentro y dejarnos mirar por Él son los medios para acercarnos a esa humildad.

Sorprendemos con frecuencia a Francisco buscando soledades, adentrado en cavernas profundas y oscuras donde pasaba largas horas entregado a la búsqueda interior, a la comprensión del misterio de la vida y del dolor, entregado a descubrir el misterio de Dios. Francisco de Asís nos enseña a buscar hacia dentro, a vernos en nuestra verdad y aceptarla.

Pero incluso cuando uno se mira sinceramente hacia dentro, corre el riesgo de no mirarse bien. Por eso dicen que Francisco en su vida no tuvo otro maestro más que a Cristo (cf LM 2,1). Y esta es la clave franciscana de la mirada interior; hay que mirar adentro, hay que ahondar, sí, pero, por encima de todo mirarse a la luz de Jesús, crucificado por amor y resucitado a la nueva vida por el Padre. Mirarse hacia dentro y hacia abajo para descubrir quién y cómo soy yo en verdad y mirar hacia arriba y hacia fuera  para descubrir quién y cómo es el Dios de Jesús, agua viva, fuente de esperanza.
(Cfr Cta. Asís 30)