15 feb 2015

ROMPIENDO EL CERCO

 “Ninguno de los hermanos tenga potestad o dominio, y menos entre ellos. Pues, como dice el Señor en el Evangelio, los príncipes de los pueblos se enseñorean de ellos y los que son mayores ejercen el poder en ellos; no será así entre los hermanos; y todo el que quiera hacerse mayor entre ellos, sea su siervo y el que es mayor entre ellos, hágase como el menor”  (1Reg 5,9-12)

La minoridad en lo franciscano colorea todos los demás valores. Valor original que identifica la espiritualidad franciscana.  Hermanos y menores, he ahí el binomio franciscano. Brota de la mirada amorosa a Jesús, el siervo y servidor.

La minoridad  es un estilo de vida, un modo de ser y de situarse ante la vida y la creación, ante uno mismo, ante los demás y ante Dios. Un estilo de vida desde abajo, desde lo pobre y los pobres...desde los sin derechos, sin juzgar nunca a nadie, libres del ansia del sobresalir, del tener y del poder.   
                    
Señor, mi corazón no es ambicioso,
(...) acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre. (Sal 130)