22 jun 2015

DE DIOS NO SE DESCANSA

Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida  (Sal 26)

     Porque Dios no es una tarea propia del curso, como el trabajo o los estudios, no  desconectamos de Él en verano. De Dios no se descansa; Dios también es encuentro de reposo y de alegría.

       Este tiempo de verano puede ser la ocasión para buscarle de otro modo: para escucharle de otro modo,  para alabarle o pedir de un modo diferente. Para dejarnos acompañar desde el reposo y la alegría. Para saber que no estamos solos.