Es una suerte que llegue el verano y poder descansar; y es una suerte grande tener una vida que, en la que con sus más y sus menos me voy poniendo en contacto con gentes, con mundos, con historias... que van haciendo la mía propia.
Por eso, el verano puede
ser tiempo para refrescar la mirada, la vida,... por lo que fue y por lo que
viene. Gracias a lo bueno, que en estos meses ha sido fuente de alegría... y a
lo que vendrá. Gracias a las gentes, los momentos, los retos. Gracias a Dios,
por la oportunidad de vivir, elegir, caer y
levantarme, aprender, amar, construir, imaginar, sentir, pensar, creer… Gracias
por todo!