" Francisco
llamaba a esta fiesta, la fiesta de las fiestas, en la que Dios, hecho niño
pequeñuelo, se crió a los pechos de madre humana. Representaba en su mente imágenes
del niño, que besaba con avidez; y la compasión hacia el niño, que había
penetrado en su corazón, le hacía incluso balbucir palabras de ternura al modo
de los niños. Y era este nombre para él como panal de miel en la boca."
(De las biografías de San Francisco)