12 dic 2015

QUE TENEMOS QUE HACER?


A pesar de los tiempos calamitosos: regocíjate, grita de júbilo, alégrate de todo corazón. El motivo es que el Señor ha cancelado ya la deuda, y está en medio de ti. Más aún, Él se goza y se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo.

Lo inaudito: Dios mismo es nuestro don. Entonces, ¿qué tenemos que hacer…?

Del saberse amado así brota el dar y regalarse uno mismo: El que tenga que reparta… Es la propuesta del Evangelio. Tener ojos, corazón y manos para los demás. Él nos bautizará con el fuego de su Espíritu y pondrá su mismo Amor en nuestro interior.