
Convertirse
es forjar sueños, y ver las posibilidades que esconde la realidad justo ahí, donde
parece que no da más.
Convertirse
es hacer del límite rendija por donde se cuela mi mejor yo, ese que cree, espera
y ama.
Convertirse
es hacer de este charco no un obstáculo sino mi oportunidad.
Convertirse
es no tratar de colmar la carencia de cosas, sino hacer de ella puerta para los
encuentros...mejor aún, puerta para el Encuentro.
" Voz
que clama en el desierto: preparad el camino del Señor. Enderezad sus sendas"
(Mt 3,3)