La actitud
vital marca la diferencia radical. Y lo
importante no será lo que vivo, sino cómo y con quién lo vivo. Vivir el cada
día de esta vida mía como peregrino o como turista.... Consumiendo momentos y
emociones, personas y situaciones sin llegar a comprender ni amar ninguna. Horas...,
muchas horas sin otro proyecto que pasen las horas...sin itinerarios, sin
sentido. Miles de momentos sin llegar a vivir ninguno. O bien salir a la
intemperie..., a lo que hay, sin juicios ni condenas. Gastar nuestras fuerzas
junto a otros y para otros. Ir donde la vida nos va llevando y ahí aprender a
descansar porque todo trae de Ti significación.