“Los santos representan siempre una provocación para el
conformismo de nuestras costumbres, consideradas sabias sencillamente porque
nos resultan cómodas. El radicalismo de su testimonio quiere ser una sacudida
para nuestra pereza y una invitación al redescubrimiento de algún valor olvidad”.
(Homilía de Pablo VI, 3 de octubre de 1976, en la canonización de
Beatriz de Silva, Fundadora de las Monjas Franciscanas de la Santísima Concepción
de María.)