15 nov 2017

NUESTRA VOCACION FRANCISCANA


  Nuestra vocación exige desapropiación de cualquier propiedad (la casa en que vivimos, el sobrante del trabajo, la institución benéfica o pastoral en que trabajamos...). 

   Es demasiado huma­namente, pero es el único modo de hacer efectiva nuestra fidelidad a la pobreza y humildad de Jesús. Esto nos expone a la vergüen­za en comparación con otras instituciones religiosas, incluso a parecernos a nosotros mismos locura nuestras propias opciones evangélicas. Es el momento de la prueba de la fe, el de contemplar al Señor que se hizo pobre por nosotros en este mundo. Tengamos confianza, que el Señor no abandona a los que confían en él, ni siquiera en sus necesi­dades materiales.